Redacción: Rolando Rios Reyes.
El valor del recojo de saberes previos en la educación básica: Construyendo sobre conocimientos existentes.
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En el ámbito educativo, el recojo de saberes previos es una estrategia valiosa para promover un aprendizaje significativo y establecer una base sólida para la adquisición de nuevos conocimientos. Reconocer y aprovechar los conocimientos y experiencias previas de los estudiantes es fundamental para facilitar su participación activa en el proceso educativo y promover una comprensión más profunda de los contenidos. En este artículo, exploraremos la importancia del recojo de saberes previos en la educación básica y cómo puede enriquecer la experiencia de aprendizaje de los estudiantes.
Los estudiantes llegan al aula con una variedad de experiencias, conocimientos y habilidades que han adquirido a lo largo de su vida. Estos saberes previos pueden estar relacionados con el tema que se va a abordar en clase o pueden ser más generales, pero en cualquier caso, ofrecen una base sobre la cual construir nuevos aprendizajes.
Establecimiento de conexiones: El recojo de saberes previos permite establecer conexiones entre los conocimientos existentes de los estudiantes y los nuevos conceptos que se van a presentar. Al reconocer y activar los conocimientos previos, los docentes pueden ayudar a los estudiantes a relacionar los nuevos contenidos con sus experiencias previas, lo que facilita una comprensión más profunda y significativa.
Motivación y participación: Cuando los estudiantes se dan cuenta de que sus conocimientos y experiencias son valorados y tomados en cuenta, se sienten motivados y comprometidos con el aprendizaje. El recojo de saberes previos les brinda la oportunidad de compartir lo que saben, expresar sus ideas y construir sobre lo que ya conocen, lo que fomenta su participación activa en el aula.
Personalización del aprendizaje: Cada estudiante tiene un conjunto único de saberes previos, intereses y experiencias. Al recolectar y utilizar estos saberes previos, los docentes pueden adaptar su enseñanza para satisfacer las necesidades individuales de los estudiantes. Esto promueve un aprendizaje más personalizado y relevante, ya que se tiene en cuenta la diversidad de conocimientos y habilidades presentes en el aula.
Superación de malentendidos y preconceptos: El recojo de saberes previos también permite identificar posibles malentendidos y preconceptos que los estudiantes puedan tener sobre un tema en particular. Al abordar estos malentendidos desde el principio, los docentes pueden corregir conceptos erróneos y evitar que se arrastren a medida que se profundiza en el nuevo contenido.
Existen diversas estrategias que los docentes pueden utilizar para recolectar los saberes previos de sus estudiantes:
Actividades de lluvia de ideas: Las actividades de lluvia de ideas permiten a los estudiantes expresar sus ideas, conocimientos y preguntas sobre un tema específico. Esto les brinda la oportunidad de compartir sus saberes previos y establecer conexiones iniciales con el nuevo contenido.
Mapas conceptuales: Los mapas conceptuales son una herramienta visual que permite a los estudiantes organizar y representar gráficamente sus conocimientos y relaciones entre conceptos. Al crear mapas conceptuales, los estudiantes pueden visualizar sus saberes previos y cómo se interrelacionan, lo que facilita la identificación de lagunas o malentendidos en su comprensión.
Cuestionarios o encuestas: Los cuestionarios o encuestas pueden ser utilizados para recopilar información sobre los conocimientos previos de los estudiantes antes de iniciar un nuevo tema. Esto proporciona al docente una visión general de las ideas y conceptos que los estudiantes ya poseen, lo que les permite adaptar su enseñanza de acuerdo con las necesidades individuales.
Discusiones en grupo: Las discusiones en grupo brindan un espacio para que los estudiantes compartan y debatan sus saberes previos sobre un tema. Estas interacciones fomentan la reflexión, el intercambio de ideas y la construcción colectiva de conocimientos, permitiendo a los estudiantes enriquecer sus saberes a través del diálogo con sus pares.
Actividades prácticas o experimentos: Realizar actividades prácticas o experimentos relacionados con el tema a tratar permite a los estudiantes aplicar sus conocimientos previos y observar cómo se relacionan con los nuevos conceptos. Esto les ayuda a consolidar su comprensión y a establecer conexiones más claras entre lo que ya saben y lo que están aprendiendo.
El recojo de saberes previos en la educación básica es una estrategia esencial para aprovechar y construir sobre los conocimientos y experiencias previas de los estudiantes. Al reconocer y valorar los saberes previos, los docentes pueden establecer conexiones significativas, motivar a los estudiantes, personalizar el aprendizaje y corregir posibles malentendidos. Mediante el uso de estrategias como la lluvia de ideas, los mapas conceptuales, los cuestionarios, las discusiones en grupo y las actividades prácticas, los docentes pueden recopilar y aprovechar los saberes previos de manera efectiva, promoviendo un aprendizaje más profundo y significativo.
Al reconocer la riqueza de conocimientos y experiencias que los estudiantes traen consigo, la educación básica puede convertirse en un proceso en el que se construye sobre los cimientos existentes, permitiendo a los estudiantes expandir su comprensión y adquirir nuevos conocimientos de manera más sólida y duradera. El recojo de saberes previos es un enfoque pedagógico que valora y respeta la diversidad de saberes de los estudiantes, promoviendo un aprendizaje inclusivo y enriquecedor.
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Redactor: Rolando Rios Reyes | Más artículos del autor.
Rolando Rios Reyes: Licenciado en Educación en el área de Ciencias Sociales, egresado de la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle - La Cantuta, especialista investigador y capacitador en Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), redactor del Diario El Informativo y director de la Plataforma Educativa Virtual Carpeta Pedagógica.
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